sábado

Como en los erizos

En un día particularmente frío, ciertos erizos que se encontraban cerca, sintieron todos la necesidad de calor, de modo que para suplir esa falta, decidieron acercarse para compartir su calor corporal, pero al acercarse más y más, las púas de uno comenzaban a lastimar más al otro y viceversa. Así al estar cada vez más cerca entre ellos, más daño se hacían, pero al alejarse se veían acompañados de la sensación de frío, por lo que no podían hacer más que alejarse y acercarse una y otra vez, haciéndose más y más daño al acercarse.

Así pues, el acercamiento no implicaba más que daño y dolor, pero el alejamiento llevaba a la muerte por el frío.

"Como los erizos, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor."


El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos.